Pierce Brosnan vuelve con un papel de galán. Esta vez su víctima será la neoyorquina más famosa del planeta, Sarah Jessica Parker. El James Bond de los noventa se convierte en Jack, un atractivo arquitecto que siembra las dudas en su compañera de trabajo, casada y madre de familia. Brosnan repite en ese arquetipo masculino que tanto ha interpretado en el cine en 'Tentación en Manhattan', que se estrena mañana en España. Siempre ocupado, el actor irlandés confiesa estar consumido por su productora, 'Irish Dreamtime', con la que está preparando la película 'The True Confession of Charlotte Doyle' y una miniserie titulada 'Bag of Bones', basada en una novela de Stephen King.
-Esta es la segunda vez que trabaja con Sarah Jessica Parker después de 'Mars Attacks'. ¿Cómo ha sido la experiencia?
-Es una mujer sensacional, además de una gran actriz. Lo he pasado muy bien.
-Vuelve a representar al hombre atractivo que desean las mujeres...
-A mi edad creo que me quedan pocas oportunidades de interpretar este papel, así que voy a aprovechar mientras pueda (se ríe). El guion me hizo reír durante días, era lo que estaba buscando. Es una historia divertida, entretenida, con corazón, que habla de la soledad, la amistad, la redención y la necesidad que tenemos de divertirnos.
-¿Se parece usted en algo a su personaje?
-¡No, por Dios! He estado casado la mayor parte de mi vida y así era como yo quería que fuera. Me encanta tener una vida normal. Después, en mi trabajo, ya me encargo de vivir un mundo de fantasía.
-¿No está harto de ser el atractivo seductor?
-Cuando te pintan con un personaje y te colocan en una esquina es difícil sacudirse ese estereotipo. Asocian tu personalidad al personaje cuando tal vez no tiene nada que ver contigo. Eso me ocurrió con el papel de James Bond. Reconozco que lo sabía y que interpretarlo fue una decisión consciente y deliberada, pero ahora he cambiado. Soy un actor que puede dar vida a muchos personajes, ya me he quitado a James Bond de encima.
-¿No renegará de Bond?
-No puedo. Siempre estaré agradecido por ese personaje, por haber tenido la oportunidad de pertenecer a ese selecto grupo de actores que lo interpretaron. Rodar esa franquicia me permitió crear 'Irish DreamTime', la productora con la que rodé 'Matador'. Ahora estamos preparando 'The true confession of Charlotte Doyle', que dirigirá Danny de Vito y que protagonizo junto a Morgan Freeman.
-¿Alguna vez se creyó el papel de James Bond?
-Qué absurdo. No. Nunca me he creído James Bond. Y como ser humano siempre he estado con los pies sobre la tierra. He tenido la suerte de trabajar siempre. Confieso que en ocasiones he participado en proyectos que no eran muy buenos, pero nunca he estado en el paro. Conozco mis habilidades y mis defectos. Llevo mucho tiempo en esta profesión y sé que puede llegar a ser brutal si no tienes trabajo.
-¿Fue difícil despedirse?
-Es un capítulo cerrado en mi vida, terminado. Ahora estoy más centrado en la producción.
-¿Le gusta?
-Mucho. La única pega que me pongo es que me hubiera gustado haberlo podido hacer antes. Cuando llegué a Estados Unidos mi primera oportunidad fue la serie 'Remington Steele', que me marcó mucho como actor, pero me quedé estancado. Debería haber explorado más el drama en mis veranos, pero preferí la comodidad.
Con peluca
-¿Eso cambiaría de su carrera?
-Puede que sí, pero creo que no me puedo quejar de mi carrera. Mire, llegué a este país hace más de 25 años con una peluca, una oración y un sándwich. Conseguí un trabajo en la televisión cuando yo pensaba que podría trabajar con Martin Scorsese. Luego entendí que los que suplican no pueden elegir, pero era trabajo y lo necesitaba. Ahora me doy cuenta de que todo eso sirvió para llegar a este punto de mi vida.
-¿Cree que se ha subestimado su capacidad como actor?
-Soy muy consciente que no consigo los personajes que me interesan porque estoy encasillado dentro de un estereotipo. Por esa razón los papeles jugosos, los que tienen más chicha, no me llegan. Me dicen que soy demasiado guapo o cualquier excusa. El caso es que me juzgan por mi físico y no por mi capacidad como actor. Siempre ha sido así. Pero hay que ser paciente en esta profesión. Tienes que forzar la maquinaria y cuando eso ocurre todo cambia. Lo mejor de Hollywood es que su memoria es corta. Cuando descubren que un actor tiene madera para triunfar en otro tipo de personajes lo transforman y lo vuelven a crear de nuevo.
-Siempre lo he pasado bien, con todo lo que he hecho. No me importa que la crítica me haya despedazado, o que el público no haya acudido en masa, o que el director considerara la película un fracaso; siempre he disfrutado con mi trabajo.